Silvia Iranzo realizó estas declaraciones durante el acto de inauguración del sexto encuentro empresarial hispano-ruso, que se está celebrando en Moscú, y al que han acudido un total de 40 firmas españolas de sectores como el agroalimentario, servicios o bienes de consumo.
La Secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo, ha inaugurado en Moscú una nueva edición del encuentro empresarial entre españoles y rusos, al que han acudido un total de 40 empresas españolas de sectores varios como el industrial, el de bienes de consumo, agroalimentario o servicios. Se trata del sexto año consecutivo que tiene lugar este encuentro, fiel reflejo del creciente interés que las empresas españolas tienen en el mercado soviético, y que se enmarca dentro del Plan de Apertura de Mercados de Rusia; un instrumento de promoción exterior que el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) pone a disposición de las empresas españolas para apoyarlas en su internacionalización, y que está liderado por la Cámara de Comercio de Guipúzcoa, con la participación de sus homónimas de Zaragoza, Barcelona y Madrid, y la colaboración de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Moscú.
Según manifestó Silvia Iranzo, las oportunidades comerciales que ofrece Rusia, a pesar de la crisis, “son muy destacables”. Actualmente, España tiene una cuota del mercado ruso del 1,1% y ocupa el decimotercer puesto como suministrador, siendo la balanza comercial tradicionalmente deficitaria debido al peso de las importaciones de crudo. Rusia, por tanto, se convierte, en palabras de Iranzo, “en uno de nuestros mercados prioritarios”. De hecho, ésta fue la razón por la que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de España diseñó un Plan Integral de Desarrollo de Mercado (PIDM), dotado con 90 millones de euros para los años 2008-2010, y que, a juicio de la propia Secretaria de Estado, “está dando buenos frutos”.
Refiriéndose a las relaciones comerciales, la Secretaria de Estado, asimismo, manifestó que durante los últimos ejercicios y hasta la crisis del año pasado, Rusia fue, de todos los socios comerciales de España más relevantes, “aquél donde más rápidamente crecieron nuestras exportaciones de mercancías, siempre con tasas anuales superiores al 25%”. Y es que, al parecer, en Rusia existe una buena disposición hacia el producto español y el porcentaje que representan los bienes de consumo en el total de las exportaciones españolas es superior al de otros países. A juicio de Iranzo, “la buena imagen y la competitividad no sólo favorece a los bienes de consumo, sino también a los bienes industriales que son, como en el resto de mercados, nuestra mayor exportación”. De hecho, para nuestra representante en Consumo, “este tipo de bienes tienen aún mayor importancia en Rusia, cuyo aparato productivo debe renovarse para adaptarse a la globalización. Modernización es la nueva bandera de la política económica rusa, y la modernización vendrá acompañada de diversificación. Ambas ofrecen oportunidades claras para introducir los bienes y servicios españoles”.
En cuanto a la imagen de la industria española en Rusia, Silvia Iranzo manifestó que está aún “poco perfilada”, lo que provoca que este tipo de misiones multisectoriales en las que las empresas españolas presentan sus productos a potenciales compradores, distribuidores e importadores rusos “contribuye de forma muy importante al esfuerzo común de creación y consolidación de la imagen de nuestros sectores productivos y nuestras empresas en el país”.