El Ministerio de Fomento y las Comunidades Autónomas acordarán a lo largo de este año qué líneas y servicios de ferrocarril deben mantenerse en función del servicio público que prestan.
Según fuentes del departamento de fomento, parece que este año no se va a proceder al cierre de ninguno de los servicios que Renfe presta en la actualidad, prorrogándose el plazo hasta el 31 de diciembre del próximo año como tope máximo.
Con estas medidas, el Gobierno pretende sanear las cuentas, por lo que ha decidido que aquellas líneas que no sean rentables se cierren de manera paulatina.
Parámetros como la distancia, tiempos de viaje, horario de utilización del servicio y rentabilidad social, además de un coeficiente mínimo de cobertura de los ingresos percibidos de los usuarios sobre los costes imputables a la línea, serán los que determinen que un servicio ferroviario sea considerado como rentable y de servicio público.