Dos grandes empresarios españoles que han estado ligados a Chile e Iberoamérica nos han dejado en estos últimos días. El primero fue Emilio Botín; estaba al frente de Banco Santander, primer banco español, primero en zona euro por capitalización bursátil, séptimo en el mundo por beneficios y ubicado entre los diez más grandes del globo.
Chile tiene el honor de ser el segundo país, después de Puerto Rico, donde en 1978 el Santander invertía fuera de España, a más de 10.000 kilómetros de distancia de su hábitat natural. Lleva treinta y seis años entre los chilenos, ha contribuido de manera activa y decidida al desarrollo de Chile, financiando a personas y empresas chilenas en su crecimiento y expansión, como también ha dado soporte a inversiones venidas de distintas partes -de modo particular las españolas, cuya presencia es de las más destacadas, incluida la del propio banco que comandaba-. Como anécdota recordar que hay en el ámbito local quienes creen que este banco es chileno, creencia que se observa más en las personas jóvenes y alguno se ha sorprendido al verlo en España cuando ha visitado este hermoso país. Chile es el país del mundo donde el Santander tiene la mayor participación en el mercado, un 20 % del total. Aporta un 7 % de las ganancias totales del grupo.
La aportación es similar a la de México, cuya población es siete veces mayor a la chilena. Algunos hitos que sobresalen: en 1984 fue la primera entidad que debutó con una red de cajeros automáticos y una década después, en 1994, causó un gran impacto en el mercado con su producto “Superhipoteca”. Gracias al buen hacer del Santander, que introdujo una nueva manera de hacer banca, sumado al esfuerzo de otras entidades bancarias presentes en el país, Chile se ha posicionado como la nación más bancarizada de América Latina; algo más del 70 % de los chilenos tiene acceso a los servicios proporcionados por la banca. En América Latina, es la mayor franquicia bancaria y gestiona un volumen de negocio superior a 250.000 millones de dólares (créditos, depósitos, fondos de inversión y de pensiones y patrimonios administrados), a través de 4.370 oficinas. En 2006, Santander obtuvo en América Latina un beneficio neto atribuido de 2.866 millones, un 29 % más que en el mismo periodo del año anterior. Con escasos días de diferencia -4 días-, se alejó Isidoro Álvarez, timonel de El Corte Inglés, empresa líder en el sector de la distribución tanto en España como en Europa (supera en ingresos a las compañías británicas Marks & Spencer y John Lewis). A escala global ocupa el tercer lugar, tras las estadounidenses Sears Holdings (que aglutina Sears y Kmart) y Macy’s (la suma de Macy’s y Bloomingdale’s). La chilena Grupo Falabella se encuentra en el grupo de las diez más grandes del orbe. Tres empresas del Grupo El Corte Inglés tienen presencia en Chile, Viajes El Corte Ingles, Informática El Corte Inglés y Sfera. El aterrizaje de las dos primeras se produce entre 1998 y 1999; algunos contactos ha habido para valorar la posibilidad de hacer algo más, pero por ahora no se han podido concretar. Tiendas chilenas han concurrido a la compra de saldos de temporada aprovechando la contraestación entre hemisferio norte y sur.
La influencia de ambos no se ha limitado a sus respectivos negocios. Su buen hacer y pasos dados han motivado a cientos de empresas medianas y pequeñas, y de profesionales a perderle el miedo a salir al exterior, siendo Chile uno de los fuertemente beneficiados con la llegada de firmas españolas. Los dos gigantes empresariales han sido faros para los que han acometido el desafío de la internacionalización particularmente en la órbita iberoamericana. Esta influencia, producto de su buena labor al frente de sus respectivas compañías, los llevó a formar parte del grupo de empresas sobresalientes que integran la marca España, cuyo objetivo es contribuir a mejorar la imagen española, tanto en el interior como más allá de sus fronteras, y vaya si lo han conseguido. Emilio Botín e Isidoro Álvarez no solo han servido y trabajado para fortalecer la posición internacional de España, sino, también, la de muchos países iberoamericanos, entre los que está Chile.