José Luis Bonet - Moneda Única
Presidente del Foro de Marcas Renombradas Españolas.

“La internacionalización será una prioridad absoluta de la Cámara de España”

José Luis Bonet se define a sí mismo como un “optimista visceral” y tal vez por eso no ha dudado en defender abiertamente la españolidad de Cataluña, lo que le ha costado más de un disgusto y campañas en su contra organizadas por los nacionalistas radicales. Pero a sus 72 años este empresario de éxito no se arredra y sigue pensando que “hay que desdramatizar”. Dirige una empresa que cumple ahora 100 años, Freixenet, con una facturación superior a los 540 millones de euros, es padre de doce hijos, ha sido profesor de Economía Política y Hacienda durante 49 años, es presidente del Foro de Marcas Renombradas Españolas y ahora es el hombre elegido por el Gobierno para presidir la nueva Cámara de España.

Han bastado unas pocas décimas de crecimiento de la demanda interna para que el sector exterior vuelva a resultados negativos y se multiplique el déficit comercial. ¿Cómo presidente del FMRE y como empresario, a qué atribuye este deterioro?

Considero que se trata de un deterioro coyuntural. Es lógico que el aumento del consumo y la inversión en España, como símbolo de una incipiente recuperación económica, afecte negativamente a nuestro saldo comercial. Sin embargo, si analizamos únicamente los datos de exportaciones, la conclusión no es tan negativa, ya que de hecho en el segundo trimestre del año las exportaciones crecieron un 4,2% respecto al primer trimestre y en el primer semestre se mantienen prácticamente estables en términos interanuales. El estancamiento de las principales economías de la zona euro, que siguen siendo nuestros principales socios comerciales, la ralentización de algunas economías emergentes o la  hasta ahora alta cotización del euro, son factores que explican una cierta desaceleración en el ritmo de crecimiento de nuestras exportaciones, pero que no nos deben hacer dudar de la importancia del sector exterior para nuestra economía.

¿No piensa que, una vez más, hemos perdido una gran oportunidad para cambiar el modelo productivo de este país?

No lo creo, la verdad, estoy convencido de que una de las consecuencias positivas de estos años de crisis es que ha provocado un cambio de mentalidad en el empresariado español. Creo que existe un convencimiento general por parte de las empresas sobre que la apuesta por la internacionalización debe ser estratégica y estructural y no coyuntural, y que de ello dependerá en muchos casos su propia supervivencia. Las atalayas de observación que me proporcionan el Foro de Marcas Renombradas Españolas y la Fira de Barcelona, así como el análisis del propio sector del vino, que es el que mejor conozco, me hacen ratificarme en dicho convencimiento. No hay duda de que algunos se quedarán por el camino, pero también es indudable que la apuesta por la internacionalización ha llegado a la mayoría de las empresas para quedarse. El Foro de Marcas ya nació en el año 1.999 para defender  que el modelo económico en el que debe profundizar el país es el de la economía productiva, la innovación, el valor añadido y la internacionalización con marca. Cada vez son más las empresas y las administraciones públicas competentes que se convencen de la validez e idoneidad de dicho modelo y, aunque queda mucho camino por hacer, se puede asegurar con satisfacción que vamos por el buen camino.

¿Qué piensa que debería hacer el Ejecutivo para cambiar esto?

El Gobierno debe considerar la internacionalización como una prioridad de su política económica. En ese sentido es positiva la aprobación, este mismo año, del Plan Estratégico de Internacionalización de la Economía Española, que ya pone el foco en algunos de los principales retos a los que nos enfrentamos: incrementar la base exportadora pero sobre todo el número de exportadores regulares, lograr una mayor diversificación geográfica, impulsar la cultura de internacionalización, e incrementar el grado de sofisticación y diferenciación de las exportaciones españolas, es decir, la apuesta por la tecnología, la marca y la innovación. Además, es importante facilitar el acceso a la financiación para que las empresas puedan acometer sus planes de expansión internacional. En este sentido, es clave el papel tanto de COFIDES, con quienes hemos puesto en marcha recientemente una línea de capital para la internacionalización, FINMARCA, como del ICO. Es importante que la financiación o las necesidades de capital no se conviertan en un freno para la internacionalización de la empresa española, y ahí el Gobierno puede jugar un papel fundamental.

A nivel interno, el reto más importante al que se enfrenta España a corto plazo es la deriva secesionista en Cataluña. ¿Cómo está influyendo esto en la marca España y en la actividad de los empresarios españoles en los mercados exteriores?

Sin duda la actual situación en Cataluña es un problema importante, que se debe resolver mediante el diálogo y la voluntad de entendimiento. No creo que por el momento esté afectando negativamente ni a la imagen internacional de España, que en general es positiva, ni desde luego a la de las empresas españolas.  En todo caso, yo creo que, desde el punto de vista empresarial, el reto más importante al que nos enfrentamos es el de consolidar la recuperación económica, que nos debe permitir crecer y generar empleo, y para ello es necesario seguir insistiendo en la apuesta por la internacionalización.

¿Es viable una Cataluña fuera de España?

No contemplo esa posibilidad, así que no quiero elucubrar sobre dicho escenario. Lo que sí tengo claro es la importancia de Cataluña para la economía española, ya que representa alrededor del 19% del PIB español, el 25% de sus exportaciones y acoge a más del 25% de los turistas cada año recibe nuestro país. Cataluña es muy importante para España desde el punto de vista social y cultural, pero también desde el económico, por lo que creo que es importante que todos favorezcamos un clima constructivo que permita el diálogo y el entendimiento.

Y lo casos de corrupción como los de Jordi Pujol, Bárcenas, EREs y Formación en Andalucía, ¿deterioran la imagen de España y sus empresas?

Sin duda son episodios negativos que no ayudan a la imagen de España. Como dice el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, uno a veces tiene la sensación de estar viviendo el complejo de Penélope, es decir, que mientras unos tejemos otros destejen. Dicho esto, en la medida en que sean episodios puntuales, creo que el daño que provocan en la imagen país es muy limitado, ya que las percepciones que uno tiene sobre un país se construyen a lo largo del tiempo y a partir de muy distintos factores, que van desde tu experiencia como turista en ese país, su imagen cultural, el éxito de sus deportistas y de sus empresas… En ese sentido, creo que la imagen exterior de España sigue siendo positiva, y los distintos estudios del Real Instituto Elcano así lo corroboran. En cuanto a las empresas, a no ser que en algún caso haya alguna compañía involucrada, no creo que los episodios de corrupción mencionados afecten para nada al éxito de su expansión internacional.

Desde la Administración se ha confirmado que usted será el primer presidente de la nueva Cámara de España. ¿Qué puede aportar la Cámara al proceso de internacionalización de nuestra economía? Y, ¿cuáles son sus objetivos al frente de la Institución?

Efectivamente se ha anunciado mi nombramiento, pero todavía no se ha formalizado y por tanto creo que hay que ser prudente a la hora de hablar en nombre de la Cámara de España. En cualquier caso, lo que sí que tengo muy claro es que la internacionalización es y será una prioridad absoluta de la Cámara, y que las Cámaras, dada su capilaridad y experiencia, juegan un papel fundamental en el apoyo a las pymes en su proceso de expansión internacional, fomentando en sus respectivos territorios una cultura de internacionalización y contribuyendo a formar capital humano especializado.

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