Ricardo García Lorenzo - Moneda Única
Entrevistas

Ricardo García Lorenzo

Director de Banca de Empresa de BCC-Grupo Cooperativo Cajamar.

Internacionalizarse no es una opción, es una necesidad vital para la empresa española

¿Qué clase de iniciativas y servicios tienen  y a quién van dirigidos?

El  Grupo Cooperativo Cajamar tiene un área de banca especializada en  empresas, cuyo objetivo y funciones son las de ofrecer un servicio de asesoramiento especializado en el ámbito empresarial y personalizado para cada empresa. Es decir, el Grupo Cooperativo Cajamar, desde hace años,  considera estratégico apoyar y acompañar a las pequeñas y medianas, que suponen más del 90% del tejido empresarial español. Para ello, se ha seleccionado y formado a un nutrido grupo de compañeros del Grupo, como gerentes y gestores de empresa para ofrecer un servicio profesional de asesoramiento en las 41 provincias en las que Cajamar está presente, y no sólo en materia de financiación sino también acompañándoles en todo el proceso, por ejemplo, en el de internacionalización.

¿Qué clase de empresas suelen recurrir a este servicio?

El tipo de empresa es muy variado. Nosotros estamos desde hace años muy comprometidos y especializados en el sector agroalimentario. Es nuestro origen y, por tanto, forma parte de nuestro ADN. De hecho, este conocimiento del negocio y  de  todo lo que tiene que ver la industria agroalimentaria nos ha permitido alcanzar una cuota de mercado importante a escala nacional, pudiendo afirmar que somos líderes en ese sector. De ahí que el perfil preponderante de nuestro cliente empresarial sea el agroalimentario. Pero cuando hablamos de industria agroalimentaria, no estamos hablando de grandes empresas productoras o manufactureras, no, estamos refiriéndonos a toda la cadena de valor, desde el agricultor o desde ganadero hasta el vendedor minorista. Este es el perfil más representativo de la entidad, pero dentro de Cajamar y de los cuatro millones de clientes que tenemos, indudablemente, hay perfiles y tamaños empresariales de todo tipo, desde grandes empresas hasta microempresas y autónomos, pero para nosotros todos son empresas.  Otro de nuestros focos estratégicos está orientado hacia la pequeña y mediana empresa junto con la microempresa, porque creemos en nuestro tejido empresarial, que es la pyme española.

¿Cuáles son los mercados que suelen ser más interesantes para estas pymes y micropymes?

Si hablamos de mercado exterior, el milagro de la internacionalización, que obviamente no es lo mismo que la exportación, no ha sido un camino fácil, ha sido complicado, pero, afortunadamente, la empresa española ha sabido enfrentarse a estos retos y ha sido la protagonista de este éxito.  En el Grupo Cajamar prestamos servicios de asesoramiento en procesos de exportación o de internacionalización sea cual sea el mercado internacional al que quiera dirigirse.  Es cierto que históricamente la pyme española ha estado y está muy focalizada en el mercado europeo, como puede ser los mercados británico, francés,  holandés,  alemán y  ruso, por decir los más relevantes; pero en la actualidad las empresas buscan en los nuevos mercados no sólo una situación geográfica favorable, sino también analizan la situación estratégica o geopolítica, que indudablemente son las que hacen que las empresas españolas apuesten o no por internacionalizar sus negocios o exportar sus productos. Eso sí, siempre de manera prudente. De hecho,  nosotros, gracias a ser el primer grupo cooperativo de crédito español y de la amplia red de bancos corresponsales que tenemos repartidos por todo el mundo, ofrecemos nuestros servicios de asesoramiento en materia de negocio internacional a empresas que están exportando además de a Europa, a Latinoamérica, Norteamérica, Asia, Pacífico… Y competimos sin complejos, gracias a nuestra  oferta  de productos y servicios de calidad, adaptados a las necesidades de cada empresa española en un mercado en el que están presentes entidades financieras de mayor tamaño.

¿Qué cuentan las pymes que de la mano de Cajamar se han ido fuera. ¿Qué feedback recibís?

La coyuntura económica nacional de los últimos siete años ha obligado a la  empresa española a plantearse procesos de internacionalización o procesos de apertura de nuevos mercados. De ahí, que las exportaciones españolas, en términos de PIB, han pasado de suponer menos del 20% al 32%, que suponen en la actualidad. Y esto es un milagro que, en parte, puede ir cambiando el  modelo económico.

¿Qué nos trasladan nuestros más de cuatro millones de clientes, tanto del ámbito empresarial como los particulares? Pues que indudablemente valoran mucho el apoyo y asesoramiento que damos en materia de internacionalización, pero también nos trasladan una serie de problemas que residen básicamente en tres ámbitos. El primero es el tamaño de la empresa española: lo que se necesita es crecer porque al final las empresas no dejan de ser como organismos vivos, es decir, creces o te mueres, y tenemos un tejido empresarial excesivamente atomizado. Para crecer hay que tener un cierto tamaño, que se puede conseguir, orgánica o inorgánicamente, mediante la puesta en marcha de joint ventures,  de socios estratégicos en los países de destino o de UTEs.

Otro de los retos que tenemos es la profesionalización. La  pyme española, habiendo hecho las cosas muy bien, porque para nosotros cualquier pyme que en los últimos cinco años haya soportado, seguramente, la peor crisis económica y financiera que se recuerda, y a día de hoy siga operando y funcionando,  se merece todo nuestro respeto; pero sufre de falta de profesionalización, y ésta es muy importante en el ámbito de la internacionalización. El proceso de la internacionalización es un proceso duro, complicado y a largo plazo, y, por ello, se necesitan profesionales especializados en negocio internacional.

Y por último,  otro de los escollos que se ha de salvar es el de  la innovación en canales comerciales, me refiero a innovación en canales logísticos, en operadores logísticos, de innovación en todos los términos.

Indudablemente, se han hecho las cosas bien, pero que tenemos que trabajar para mejorar en tamaño,  profesionalización e innovación.

¿Qué recomendación podemos hacerles a las empresas que están en duda de ponerse en marcha, de lanzarse a la aventura?

La recomendación que desde la entidad hacemos es prudencia, porque cualquier proceso de internacionalización, como decía antes, es muy complicado. La rentabilidad no se va a obtener  en el corto plazo, sino en el medio o incluso en el largo plazo. Con lo cual, lo primero es que tú estés convencido de que tienes iniciar ese proceso. A partir de ahí, hay que llevar a cabo un plan de negocio, pero ese business plan no debe recoger sólo aspectos de marketing, ha de ser un plan de negocio completo, que analice todas las actividades claves del proceso: comercial, logística, financiera, jurídica y recursos humanos. Ese es el primer paso que tiene que dar un empresario. Para exportar  tienes que tener un buen producto, un buen servicio a un precio competitivo y conseguir localizar el canal a través del cual vas a vender ese producto, porque afortunadamente la Marca España es una marca que está muy bien valorada. También necesitas un socio financiero porque lo importante no sólo es vender, también lo es cobrar y ese socio financiero puede ser Cajamar o cualquier otra entidad.

Un proceso de exportación es mucho más sencillo desde todos los ámbitos que un proceso de internacionalización, y lo bueno es que hay muchas empresas que han empezado a dar ese paso de exportar y posteriormente se han planteado internacionalizarse por costes operativos, por eficiencia y por márgenes. Por ello, es importante que se realice un business plan amplio que abarque todas las áreas de la actividad. En Cajamar no prestamos sólo financiación, sino que aportamos un valor adicional.

La empresa española, la pyme, tiene que ver el mundo como un gran mercado, que le puede ayudar a evitar situaciones coyunturales como la actual crisis que nos ha asolado en los últimos siete años, con la diversificación de mercados. Mi recomendación es a la hora de internacionalizarse prudencia, pero insisto no es una opción, es una necesidad vital.

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