Reino Unido - Moneda Única

Ser o no ser Unión

El próximo 23 de junio los británicos votarán en referéndum si desean quedarse en la Unión Europea y eso después de que Bruselas haya llegado al extremo de contravenir sus principios con tal de que el Reino Unido siga formando parte del club de los 28.

Ser o no ser europeos. Esa es la cuestión. El euroescepticismo siempre ha caracterizado a los ciudadanos del Reino Unido desde su adhesión en 1973. Desde eso momento, han formado parte de la Unión Europea defendiendo su excepcionalidad, sin participar en el euro ni en Schengen y, desde hace unas semanas, logrando que la Unión corte un nuevo traje a medida para su permanencia con medidas extraordinarias que tienen como objeto convencer a los votantes euroescépticos: Reino Unido podrá discriminar a los trabajadores en función de su país de procedencia.

David Cameron, el Primer Ministro que ha negociado con Bruselas este nuevo acuerdo excepcional para su país, defiende el “sí” a Europa en condiciones más que adversas, con gran parte de su propio partido y hasta de su gabinete en contra, pero con la baza de saber que, en plena marea de refugiados, las instituciones europeas necesitan al Reino Unido más que nunca.

Las encuestas hablan de empate técnico o de leve ventaja de la permanencia en la Unión. Lógicamente si existiera una clarísima mayoría en uno o en otro sentido, este referéndum, clave para el país, pero también para Europa, no se celebraría. El Reino Unido no está tan unido en lo que se refiere a sus relaciones con sus vecinos europeos: el conservadurismo más clásico ha estado históricamente en contra del proyecto europeo, incluso desde sus inicios. Además, la crisis iniciada en 2009 ha exacerbado sentimientos nacionalistas más allá de las ideologías políticas (como siempre hacen las crisis) en un país con una fuerte noción de patria, forjada en el colonialismo y en las cruentas guerras mundiales del siglo XX y confirmada por los ataques terroristas del siglo XXI; un país receloso de Alemania y Francia y que considera a los Estados Unidos su auténtico aliado estratégico, político y económico.

Los ciudadanos elegirán entre ser y no ser europeos. La llave de su salida de la Unión la tienen únicamente ellos, aunque Europa ha hecho todo lo posible por convencerlos.

Comercio exterior de Reino Unido

El Reino Unido es uno de los países cuyo comercio internacional es más relevante a escala global. Desde su posición aislada de Europa ha desempañado un papel histórico y pionero en el comercio marítimo a lo largo de casi cuatrocientos años, abriendo y consolidando rutas con sus colonias de Asia – Pacífico, África y América. El Reino Unido es uno de los creadores del comercio mundial tal y como lo entendemos en la actualidad.

De hecho, a escala de comercio mundial de bienes, Reino Unido es el sexto importador del mundo y en lo que se refiere a servicios, Reino Unido es el segundo mayor exportador y el cuarto importador mundial. A su posición preponderante en el comercio mundial contribuye el hecho de que la mayor parte de las importaciones británicas corresponden a productos manufacturados y semimanufacturados, mientras que sólo el 2,6%  de lo que importa son materias primas.

Por si no estuviera clara la importancia de su posible salida de la Unión Europea, es de destacar que la mitad de los intercambios comerciales del Reino Unido se realizan con el resto de los países de la Unión.

Estados Unidos y China son otros de sus principales clientes y proveedores fuera de la U.E, así como Suiza, que es otro cliente clave para el país.

El altísimo grado de industrialización del país hace que sus principales productos exportados sean los automóviles y sus componentes de automoción, los productos químicos y farmacológicos, los productos siderúrgicos y las materias primas y semimanufacturas de plásticos.

En 2015 las exportaciones en Reino Unido crecieron un 9,14% en comparación con el año anterior, debido a la apreciación de la libra frente al euro y la caída del precio del petróleo. Sin embargo, las ventas al exterior representan solamente el 16,16% de su PIB, aunque en valor  de las exportaciones, Reino Unido ocupa el puesto número 8 de la lista de mayores exportadores por importe del mundo.

Si bien la balanza comercial del Reino Unido ha sido últimamente deficitaria, el crecimiento de ese déficit se ha acentuado en el último año, debido a  la reducción de las exportaciones y al ligero incremento de las importaciones.  La tasa de cobertura fue del 74,21%.

Relaciones bilaterales

España  y el Reino Unido mantienen estrechas y fluidas relaciones económicas y comerciales dentro del marco de la pertenencia de ambos países a la UE. En el ámbito del comercio, así como el de la inversión, estas relaciones se han caracterizado por su intensidad y por el grado de penetración de las empresas españolas en el Reino Unido, con ejemplos como el de Santander o Ferrovial como puntas de lanza de esa presencia de nuestro país en las islas británicas. Además, España ha pasado a ocupar los primeros puestos entre los principales inversores extranjeros en el Reino Unido, mientras que este país es, año tras año, el principal mercado emisor de turistas hacia España.

Con la excepción del año 2005, España ha mantenido superávit comercial con Reino Unido en los últimos diez años, lo que significa que es uno de los principales clientes de nuestro país, tanto en productos como en servicios (turismo).

Principales acuerdos económicos bilaterales: MOUs, APPRI, CDI y otros

Entre ambos países hay numerosos acuerdos firmados en lo que se refiere a seguridad social, sanidad, justicia o fiscalidad.

Por lo que respecta a la fiscalidad, España firmó el 14 de marzo de 2013 un nuevo convenio con Reino Unido para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio, que derogó al firmado el 21 de octubre de 1975. Así se actualiza el articulado anterior, adaptando el texto tanto a las necesidades derivadas de las actuales relaciones económicas y comerciales entre los dos países, como a los sucesivos cambios en el modelo de convenio de la OCDE.  El convenio anterior no podía resolver algunos asuntos como el tratamiento de los residentes no domiciliados en Reino Unido y los trust, entre otros. Por otro lado, el nuevo convenio ha servido para la reducción de la tributación en fuente, estableciendo la tributación exclusiva en residencia para los dividendos derivados de participaciones mayoritarias, así como para intereses y cánones. Además, incluye una cláusula de arbitraje para resolver conflictos que se puedan derivar de la aplicación del convenio.

Detalle del Convenio de Doble Imposición con España

Existe también un nuevo convenio para evitar la doble imposición internacional, hecho en Londres el 14 de marzo de 2013 y que sustituyó al anterior, suscrito en octubre de 1975.

Perspectivas de futuro

¿Es posible un Unión Europea sin el Reino Unido? Si los británicos votan a favor del “Brexit” el próximo 23 de junio Bruselas perderá uno de sus miembros históricos, lo cual limitará sin duda su papel de actor principal en el escenario de la política mundial, además de afectar a todo el proyecto europeo.

Pero esa no será la única pérdida: los estados miembros tendrán que analizar y revisar de forma individual su relación con el Reino Unido.

Más concretamente, nuestro país se vería afectado de forma muy directa y no precisamente positiva, como ya se han ocupado de subrayar algunos expertos en economía y comercio. Para España, muy presente en el país gracias a las energías renovables (eólica offshore y solar), infraestructuras, construcción, ingeniería, alimentación, confección o decoración, supondría reinventar sus lazos comerciales (en la actualidad muy estrechos) con el país.

Sin embargo, parece que los argumentos económicos a favor de permanecer en la Unión ganan peso: el Banco de Inglaterra ha alertado de la posible inestabilidad financiera que supondría un “Brexit”, y los científicos británicos rechazan la salida argumentando el daño que eso haría a la I+D+i del país. ¿Serán argumentos suficientes? Se sabrá el próximo 24 de junio.

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