El Banco Mundial (BM) prevé que China, segunda economía mundial, crezca un 6,7 % en 2016 y un 6,5 % en 2017, lo que conducirá a una ralentización del crecimiento en los países en desarrollo de Asia Oriental de un 6,3 % este año y un 6,2 % en los dos siguientes.
En un informe presentado esta semana en Pekín, el BM proyecta una continuidad en la desaceleración económica del gigante asiático en los próximos ejercicios, frente al crecimiento del 6,9 % que registró en 2015, dentro de lo que define como “un desplazamiento gradual a un crecimiento más lento y más sostenible”.