El Gobierno de India, con el objetivo de atraer capital extranjero, ha decidido reducir la burocracia suprimiendo el organismo encargado de evaluar los proyectos de inversión extranjera directa que necesitaban de una aprobación especial. Así, el Gobierno suprimirá el Consejo para la Promoción de la Inversión Extranjera (FIPB, en sus siglas en inglés) que había sido creado en los años 90.
Esta reforma está alineada con las llevadas desde 2014 en los sectores más protegidos: defensa, construcción, seguros o aviación civil, entre otros. El Gobierno indio ha anunciado que seguirá liberalizando las políticas de inversión foránea, con la intención de promover que las empresas extranjeras establezcan su producción en el país.
Entre los meses de abril y septiembre de 2016, la IED en la India creció un 30% interanual, hasta alcanzar los 22.000 millones de dólares.