Marisa Poncela - Moneda Única
Secretaria de Estado de Comercio.

“Nuestras exportaciones han pasado de representar el 25% del PIB antes de la crisis a más del 32% actualmente”

¿Cuáles son los objetivos que van a regir la política comercial española en esta nueva etapa, que coincide también con la salida de la crisis?
Desde la secretaria de Estado de Comercio debemos seguir apoyando a nuestras empresas en su salida al exterior. La crisis cambió radicalmente el patrón de nuestra economía, porque las empresas miraron hacia los mercados exteriores para afrontar y tratar de compensar el fuerte descenso de la demanda interna. Ahora, con la economía española creciendo muy por encima de lo que lo hacen nuestros principales socios, vemos que nuestro modelo de crecimiento es mucho más equilibrado, con aportaciones tanto de la demanda interna como externa. Nuestras exportaciones han pasado de representar el 25% del PIB antes de la crisis a más del 32% actualmente. Debemos preservar ese equilibrio y contribuir a que nuestras empresas mantengan su apuesta por los mercados exteriores. Estamos trabajando en el nuevo Plan de Internacionalización y ahí plasmaremos nuestras líneas de acción encaminadas a ese objetivo. 
El sector exterior ha sido uno de los motores de la recuperación de la economía española impulsado por el fuerte crecimiento de las exportaciones. ¿La internacionalización de nuestras empresas ha venido para quedarse?
Creo y confío en que sí. Nuestras empresas han sabido salir al exterior en un momento muy complejo, con una evolución débil del comercio mundial, con incertidumbres en el panorama internacional y con países muy potentes empujando con fuerza en los mercados. La clave del éxito ha sido la mejora de la competitividad, producto a su vez de las reformas estructurales y del intenso programa de saneamiento y corrección de nuestros principales desequilibrios llevado a cabo por el Gobierno. Creo que esas mejoras de competitividad son estructurales por lo que estoy convencida de que este proceso ha venido para quedarse.
Las pymes siguen siendo la asignatura pendiente de nuestra internacionalización. ¿Qué medidas van a impulsar para aprobarla?
Efectivamente, para exportar el tamaño sí que importa. Y tenemos un universo de pymes, micropymes en muchos casos, mucho más amplio que el de los países de nuestro entorno, y sin tamaño suficiente para salir a los mercados exteriores. Somos tan conscientes de ello, que en el Ministerio de Economía estamos analizando todos los factores que hacen que las empresas no tengan incentivos para ganar dimensión. Y una vez que tengamos ese diagnóstico actuaremos para corregir esa situación e impulsar el crecimiento. 
La corriente proteccionista que desde EE UU empieza a extenderse también a  Europa, ¿abre el camino a un cambio de escenario en el comercio internacional?
Hay un escenario muy nuevo, si, con mensajes proteccionistas que hubieran sido impensables hace tan solo un par de años. Nosotros somos librecambistas y apostamos decididamente por la globalización, porque es fuente de crecimiento, de creación de empleo, de superación de la pobreza… Europa también ha mostrado su compromiso firme con la libertad comercial. Esa es una de nuestras señas de identidad y lo va a seguir siendo. Es muy llamativo que Estados Unidos, paradigma del liberalismo, se repliegue ahora hacia dentro, pero eso nos abre a nosotros oportunidades. Todos los mercados que abandone Estados Unidos, son espacios que Europa y nosotros aprovecharemos.  
España es el segundo inversor mundial en México. ¿Cómo puede afectar a las empresas españolas la renegociación del NAFTA que promueve la Administración Trump?
España tiene un vínculo con México que va mucho más allá de las relaciones comerciales. Siempre estaremos al lado de México, no lo dude. Nuestros intercambios comerciales se situaron en 2016 cerca de los 7.500 millones de euros, pero todavía tienen un importante potencial de crecimiento que vamos a explotar. Y desde la UE estamos modernizando nuestro acuerdo comercial con aquel país, y ahí España tiene un papel principal.
El Tratado de Libre Comercio (TTIP) entre la UE y EE UU ¿Puede darse por muerto como auguran algunos analistas?
De momento, como sabe, está en pausa natural, pendiente de que se definan las posiciones en ambos lados después de los cambios de gobierno, sobre todo el de Estados Unidos. Desde España somos firmes defensores de este acuerdo, que reportaría beneficios importantes a nuestros mercados de bienes y servicios. Habrá que ver en qué sentido se define el Gobierno norteamericano. 
El Brexit, ¿puede deteriorar las relaciones comerciales con el Reino Unido, que es uno de nuestros principales clientes?
Desde luego que es un factor de incertidumbre muy importante. Estamos trabajando para definir una posición común en la UE. La posición de España será la de la Unión Europea, la que plantee el comisario Barnier en nombre de todos los europeos. Vamos a ver en qué términos se plantea la separación. Lo que el Reino Unido debe tener claro es que salirse de la Unión no es un buen negocio para ellos. Es pronto para analizar los efectos sin saber cómo se concreta la separación. En todo caso, sí creo que esta puede ser una oportunidad para construir más Europa. Es el mejor proyecto político del siglo XX y debemos preservarlo, con las reformas que sean precisas para ajustarnos al devenir de los tiempos, pero desde la idea de más Europa.

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