Mark Davis - Moneda Única
International Sourcing Director – The Body Shop.

“Es fundamental conocer el sector y comprometerse con los partners locales”

Comercio con comunidades trabaja con 20.000 productores de todo el mundo. ¿Cuál es la clave para gestionar con éxito una logística tan compleja?

Una de las claves del buen funcionamiento del programa es que conocemos bien las dificultades del sistema logístico y hemos elaborado un sistema adecuado para manejarlas. Hay que comprender en profundidad las fortalezas y debilidades de toda la cadena de suministro y otros factores como las épocas de recolección, el impacto del clima, temas políticos de los diversos países con los que se trabaja…

La segunda clave es tener objetivos definidos. Para The Body Shop, estos objetivos son: ofrecer innovación y la mayor calidad a nuestros clientes, ser capaces de coordinar los riesgos de aprovisionamiento, beneficiar a los agricultores, a sus comunidades y proteger el medio ambiente en el que se producen los ingredientes, accesorios y regalos.

La última clave es contar con un equipo interno dedicado a ello, como nuestro equipo de aprovisionamiento sostenible, relaciones sólidas y directas con los agricultores  y con organizaciones locales y ONG’s que les ayuden a desarrollarse y crecer.

Trabajan directamente con comunidades productoras a escala local. ¿Cuáles son los mayores obstáculos logísticos a los que se ha enfrentado el proyecto?

El mayor de los obstáculos ha sido la falta de experiencia local. Los artesanos y agricultores son expertos en sus cultivos o en sus productos, pero no eran expertos en organización o desarrollo logístico cuando empezamos a trabajar con ellos.

Hay muchos pasos desde el cultivo de las plantas hasta que el ingrediente que se obtiene se integre en una manteca corporal. Es fundamental para el éxito de esa relación comercial que el productor local esté sólidamente organizado. Es perfecto en lugares en los que existe una cooperativa fuerte, como en Mañán, en Alicante, pero muchas veces, la organización agrícola no es muy fuerte, especialmente al principio de la relación. En estos casos, The Body Shop trabaja con ONG’s y otras organizaciones locales para desarrollar el grupo de proveedores de Comercio con Comunidades.

Más allá de la fuerza del grupo de Comercio con Comunidades, lo más importante es construir una relación de confianza con los agricultores. En muchos casos, ONG’s y  compradores ya han estado allí, han prometido mucho y comprado nada. Establecer un vínculo de negocio sostenido en el tiempo mediante visitas periódicas ayuda a construir esa confianza. Nos avala el hecho de que llevamos treinta años trabajando con proveedores locales de todo el mundo, pero también es importante que nuestro equipo vaya con frecuencia y establezca un buen flujo de comunicación: no hay nada que sustituya al trabajo in situ.

¿Cómo considera que ha influido la globalización en proyectos como Comercio con comunidades?

Comercio con Comunidades fue el primer programa de comercio justo de la industria cosmética y aún hoy es, probablemente, el mayor. Hemos servido para dar ejemplo y para inspirar a otros, como el programa de L’Oreal “Sharing beauty with all”.

Creemos que el cambio significativo debe llevarse a cabo en colaboración con otros. La mejor plataforma dentro de la industria son las organizaciones de múltiples grupos de intereses, en las que podemos ejercitar nuestras mejores prácticas y atacar problemas a gran escala. Por ejemplo, en lo que se refiere a la deforestación de las palmeras, The Body Shop se convirtió en miembro fundador de la Mesa sobre Aceite de Palma sostenible (RSPO). Los bajos criterios éticos en agricultura y otras industrias nos llevaron a ayudar a fundar la Iniciativa de Comercio Ético (ETI) y hemos impulsado la Mesa sobre Soja y Bonsucro responsable al dar consejos y casos de éxito.

Nuestro éxito más reciente ha sido la creación de la Alianza Global del Karité, una organización que une a la industria del karité para beneficiar a las 8 millones de personas que tienen que ver con este ingrediente en África Occidental. Fuimos vice presidentes de esta organización durante sus cuatro primeros años, impulsamos la creación de su grupo de trabajo sostenible y el mes pasado celebramos su conferencia europea anual en nuestras oficinas de Croydon, conferencia a la que acudieron 80 participantes del sector, ONG’s y gobiernos, incluido nuestro proveedor de karité de Comercio con Comunidades, Tungteiya.

¿Qué recomendaría a otras empresas u organismos que quieran aventurarse a un proyecto similar?

Recomendaría compromiso. No es una tarea fácil, pero es posible y su retribución es enorme, más allá de la económica, pero para ello hay que trabajar fuerte y estar seriamente comprometido.

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